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Inteligencia artificial y su aporte al arte y la cultura

A finales del siglo XX, frente al impulso de la revolución científica y tecnológica, las máquinas, los ordenadores e Internet iniciaron un proceso de dominio irreversible de una amplia gama de tareas, en casi todos los campos del progreso científico y del conocimiento a nivel mundial.


En los últimos años, con la aparición de la inteligencia artificial (IA), que avanza en paralelo al ámbito científico en los países, las decisiones tomadas por sus dirigentes buscan definir cuestiones tales como: ¿cuáles son las reglas que deben aplicarse para controlar las plataformas?, o ¿qué grado de prioridad e importancia debe asignárseles en los planes de inversión y presupuestos?



Actualmente, aunque el tema es muy controvertido y diferentes sectores del desarrollo han expresado su rechazo, la IA es hoy un fenómeno mundial alrededor del cual la tecnología ocupa un lugar central en el orden epistémico global dominante.


Surge entonces la pregunta de cuál ha sido la influencia o el énfasis de la IA en el ámbito de la cultura y las artes. Para intentar un acercamiento, consulté en Internet algunos documentos interesantes sobre el tema, considerando esencialmente las aportaciones que la IA ha hecho al arte y a la cultura, y dividí el análisis en tres partes, según el contexto que cada contribución ofrece.


Los orígenes de la IA en el arte



Un primer punto se refiere al surgimiento de la IA en la cultura y sus inicios creativos en el arte, donde aparecieron tecnologías como contribuciones valiosas (Brian Boucher, "6 artistas que usaron la IA antes de ChatGPT"). Personalmente, considero positivo que la tecnología haya comenzado a establecer vínculos de intercambio dentro de la cultura, donde las contribuciones han enriquecido mutuamente a ambas partes, resultando en una práctica dinámica en el estilo de la IA, aunque no todas las investigaciones siguen el mismo modelo ni obedecen a un mismo proceso creativo.


El artículo de referencia menciona varios artistas, de los cuales presento algunos extractos:

1. Jenna Sutela.Según la artista, cuando la personalidad humanista entra en relación con la máquina, la tecnología ejerce su influencia. Esto plantea cuestiones sobre los derechos de autor, como el intercambio entre artistas y bases de datos que almacenan información en forma de discursos e imágenes, ya que la tecnología comienza a transgredir las fronteras de la propiedad intelectual, generando resultados híbridos de un sistema completo y coherente, entre pasado y futuro, entre lo sofisticado y lo primitivo, inmerso en la confrontación y las contradicciones.


Su investigación también aborda la psicología, citando referencias a la personalidad abstracta del sujeto, con el tema central de la identidad o la autenticidad. Elementos dinámicos como la imaginación, los sueños y el devenir sensible juegan aquí un papel, donde el mundo trasciende las fronteras de la realidad hacia lo innombrable, lo desconocido o lo incomprensible. La artista compara lo hecho por la mano humana con lo que es orgánico.


Utilizando herramientas de Internet y programas informáticos, su investigación también profundiza en textos y expresiones idiomáticas, constituyendo un compendio sobre temas de lenguaje, como una teoría aplicada a casos de realidad en contexto.


La IA se despliega en ciertos sectores donde subsisten grandes lagunas de abstracción que el conocimiento científico aún no resuelve, y donde los procesos no siguen métodos claros o estándares, sino que se remiten al pragmatismo y la experimentación, en ámbitos donde el intelecto no encuentra lógicamente respuestas coherentes.


2. Memo Akten.Utiliza herramientas y conocimientos en neurología y compara el sistema nervioso humano con el de otros animales o con la naturaleza. Estudia así el motor del funcionamiento y el potencial de la capacidad de pensar.


Entre las técnicas que emplea se encuentran los recursos del lenguaje y las teorías de la comunicación, tan prioritarios en el orden mundial actual. Su obra crea entornos y paisajes autónomos, según los ecosistemas y los lugares circundantes. Además, mediante la programación de algoritmos, construye códigos que simulan situaciones concretas.


3. Soungwen Chung.Su biografía explica que, desde su infancia, vivió en un entorno donde uno de sus padres era artista y el otro científico, lo que lo llevó a estudios híbridos y a integrar un grupo de robótica en la escuela. Su trabajo es interesante en la creación de un estilo, ya que resulta de una mezcla entre lo humano y lo robótico, lo que lo lleva a preguntarse si los robots pueden tener su propio estilo y autonomía creativa.


4. Linda Dounia.Sus obras se crean con materiales tradicionales antiguos, como tintas y pasteles. La obra sigue una estrategia paralela: mientras una máquina crea, otra evalúa el proceso. Así, la creación alcanza varios niveles de interpretación, dando profundidad a capas de razonamiento. Esta estrategia permitió desarrollar, por ejemplo, el concepto de Blockchain en la pintura tradicional.


5. Jake Elwes.Constató que las computadoras tienen dificultades para reconocer identidades marginadas como las Queer o las Trans, y se propuso desmitificar las técnicas informáticas, donde la información se convierte en cajas negras, consumidas de manera confusa y sin una base lógica clara. Utiliza referencias culturales e históricas del arte y sistemas autónomos, ya presentes en los procesos creativos de Nam June Paik y John Cage.


6. Anna Ridler.A partir de datos sobre monedas virtuales como el NFT o el Bitcoin, crea una base de datos especializada en flores y los movimientos de los tulipanes. Este compendio tecnológico organiza diversas imágenes y las programa para crear composiciones concretas.


En resumen, la inteligencia artificial ha transformado profundamente la producción artística y cultural, permitiendo a los artistas utilizarla como una herramienta creativa aún en proceso de validación, ampliando sus posibilidades de expresión y explorando nuevas formas artísticas inesperadas o aceptadas. Los algoritmos, como las redes neuronales generativas, han permitido producir imágenes, música y literatura con estilos diferentes.


Sin embargo, estos desarrollos también plantean importantes desafíos éticos, especialmente en cuanto a propiedad intelectual, derechos de autor, originalidad, autenticidad y sesgos de representación, cuyo futuro podría ser polémico o generar un ambiente de riesgo para el mundo por venir.


Juan Camilo Barón

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